(Gustavo Adolfo Domínguez Bastida; Sevilla, 1836-Madrid,
1870) Poeta español. Hijo y hermano de pintores, quedó huérfano a los
diez años y vivió su infancia y su adolescencia en Sevilla, donde
estudió humanidades y pintura.
En 1854 se trasladó a
Madrid, con la intención de hacer carrera literaria. Sin embargo, el
éxito no le sonrió; su ambicioso proyecto de escribir una Historia de los templos de España
fue un fracaso, y sólo consiguió publicar un tomo, años más tarde. Para
poder vivir hubo de dedicarse al periodismo y hacer adaptaciones de
obras de teatro extranjero, principalmente del francés, en colaboración
con su amigo Luis García Luna, adoptando ambos el seudónimo de «Adolfo
García».Gustavo Adolfo Bécquer (detalle de un retratorealizado por su hermano Valeriano, c. 1862)
Durante
una estancia en Sevilla en 1858, estuvo nueve meses en cama a causa de
una enfermedad; probablemente se trataba de tuberculosis, aunque algunos
biográfos se decantan por la sífilis. Durante la convalecencia, en la
que fue cuidado por su hermano Valeriano, publicó su primera leyenda, El caudillo de las manos rojas, y conoció a Julia Espín,
según ciertos críticos la musa de algunas de sus Rimas, aunque
durante mucho tiempo se creyó erróneamente que se trataba de Elisa
Guillén, con quien el poeta habría mantenido relaciones hasta que ella
lo abandonó en 1860, y que habría inspirado las composiciones más
amargas del poeta.
El fallecimiento de éste, en septiembre de 1870, deprimió
extraordinariamente al poeta, quien, presintiendo su propia muerte,
entregó a su amigo Narciso Campillo sus originales para que se hiciese
cargo de ellos tras su óbito, que ocurriría tres meses después del de
Valeriano.
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